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De espaldas a la tecnología

De espaldas a la tecnología

El potencial de producción de leche de los tambos de Argentina es muy alto. Existen claras evidencias que muestran que se podría duplicar la producción de leche por hectárea. Por ejemplo, un productor que produce 700.000 litros de leche por año en 100 hectáreas destinadas a vacas totales (7.000 lts/ha/año, cercano al promedio nacional), podría producir 1.400.000 litros por año en la misma superficie. Estas evidencias provienen de ensayos de experimentación a campo(1) y de investigaciones de simulación de sistemas lecheros(2), pero también de tambos comerciales(3) que ya demostraron que ese salto productivo es posible. El salto productivo que se puede dar en nuestros tambos es altísimo, y en gran medida depende de decisiones “tranqueras adentro”. Pero: ¿Por qué no lo damos? ¿Cuáles son las principales limitantes? En otras palabras: ¿Cuáles son las tecnologías que deberíamos priorizar para dar el salto productivo? ¿A qué tecnologías les estamos dando la espalda? En los últimos años los sistemas lecheros argentinos han incorporado mucha tecnología de insumos relacionada a los animales y a la alimentación, con el objetivo principal de incrementar la producción de leche por vaca. Este incremento en el uso de tecnologías de insumos causó además un aumento en el número de tareas a realizar por los operarios. Esta intensificación (mayor uso de factores de la producción y trabajo por unidad de superficie) con fuerte incremento en el uso de insumos, ha llevado a intervenir cada vez más en la secuencia alimento-vaca-leche. Es común observar una alta dependencia de alimentos externos, sistemas cada vez más complejos, difíciles de manejar, sistemas que requieren demasiadas órdenes y gran número de intermediarios, tanto en sistemas pastoriles como confinados. Sin embargo, los niveles de producción alcanzados por el tambo promedio nacional son aún bajos en relación al potencial genético de los animales, a los alimentos utilizados, y a la alta intervención que demandan, con una producción aproximada de 18-19 litros/vaca/día y 7.000-7.500 litros/ha/año(4). Esta baja productividad compromete la rentabilidad y consecuentemente, la subsistencia de los tambos. Factores que limitan la producción de leche. Existen tecnologías que no están relacionadas en forma directa a la alimentación ni al potencial genético de los animales, que podrían estar limitando fuertemente la producción de leche por vaca y por hectárea en Argentina, a las cuales, podemos decir en forma figurativa, les estamos dando la espalda. Estas tecnologías de procesos e insumos están relacionadas a: 1. Utilización de fertilizantes 2. Manejo de la carga animal 3. Suministro de agua de bebida 4. Tecnologías para instalaciones de ordeño 5. Tecnologías para la construcción de viviendas A continuación se analiza el uso de estas tecnologías en base a resultados experimentales y a relevamientos de tambos argentinos. El principal estudio utilizado como referencia es el Proyecto INDICES(5), que consistió en el relevamiento exhaustivo, en 2013, de 162 tambos (aproximadamente 1,5% de los tambos de Argentina), ubicados principalmente en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. El Proyecto INDICES investigó aspectos fundamentales para la producción de leche: infraestructura, manejo, nivel tecnológico y recursos naturales (suelo y agua). 1. ¿Le damos la espalda al uso de fertilizantes? La fertilización y las enmiendas estimulan el crecimiento y la producción de las pasturas y cultivos. En Argentina se han reportado incrementos superiores al 100% en producción de materia seca de alfalfa, por ejemplo, en ensayos en los que se aplicó Calcio, Fósforo y Azufre, sobre suelos con 5,9 de pH, 18 ppm de Fósforo y 10 ppm de Azufre(7). En el Proyecto INDICES se reportó que una gran proporción de tambos tiene carencias importantes de nitrógeno y azufre en el suelo (64% con menos de 15 ppm de nitrógeno de nitratos y 75% con menos de 10 ppm de azufre). En el mismo relevamiento se observó que apenas el 32% de los productores fertiliza las pasturas y solo el 57% fertiliza los cultivos de maíz para silo. A pesar de la importancia y el evidente impacto productivo de fertilizar, en Argentina se utilizan apenas 40 kg de fertilizante/hectárea de tierra arable/año. Este es un valor bajo en comparación a países como Uruguay (175 kg/ha/año), Chile (543 kg/ha/año) o Nueva Zelanda (1.272 kg/ha/año)(8). Es decir que le “estamos dando la espalda” a la fertilización como herramienta para incrementar la producción de forraje en el campo; y en su lugar, importamos cada vez más concentrados y subproductos, lo cual es muy fácil pero resulta mucho más costoso que los forrajes producidos en el campo. 2. Manejo de la carga animal, ¿Cuántas vacas cada 100 hectáreas? Un aspecto clave para una lechería rentable (en países sin subsidios al precio de la leche), es el balance entre la oferta y la demanda de alimentos en el sistema, este último determinado principalmente por la carga animal (vacas totales/ha). En general, en los sistemas argentinos se observa una baja carga animal (1,3 vacas/ha) en relación a los alimentos ofrecidos, lo que resulta en un bajo aprovechamiento de las pasturas y reservas producidas, y en producciones de leche/ha/año menores a las deseadas. En un trabajo que analizó 7 años de resultados productivos y económicos (2004 a 2010) de 81 tambos de la provincia de Santa Fe(6), con 230 vacas totales (VT) en promedio, se observó una asociación positiva entre la carga animal (0,7 a 2,7 VT/ha) y el resultado económico. Los tambos con carga animal cercana a 1 VT/ha tuvieron, en promedio, un resultado económico negativo. El resultado económico neutro (no ganaron ni perdieron) se alcanzó con un promedio de 1,3 VT/hectárea, y a partir de allí, el incremento en la carga animal estuvo asociado a resultados económicos positivos y crecientes. Los mismos principios fueron observados en un experimento de dos años realizado en Argentina, que evaluó tres sistemas lecheros en los cuales la única diferencia fue la carga animal(2). El efecto positivo de la carga sobre los resultados económicos se observa cuando existe alta producción de forrajes en el campo e infraestructura adecuada. Si no existe infraestructura para incorporar más vacas, o no se cuenta con más vacas, la carga animal puede incrementarse fácilmente reduciendo la superficie destinada a vacas totales. Es decir, la misma cantidad de vacas en menor superficie, liberando tierra para otra actividad. Esto último es factible de realizar con mayor producción de forrajes en el campo, a partir de la fertilización u otras tecnologías disponibles y sub-utilizadas. La cantidad de leche que se produce hoy en Argentina podría producirse en la mitad de la superficie actual. 3. El agua de bebida, el principal nutriente para las vacas lecheras La leche contiene aproximadamente 87% de agua. El consumo de agua en vacas lecheras tiene un gran efecto sobre la producción de leche. Para que los animales puedan consumir la cantidad de agua que requieren, es necesario contar con suficiente cantidad y correcta distribución de aguadas, reposición inmediata, agua limpia, fresca y de una calidad adecuada. Según los resultados arrojados por el Proyecto INDICES, existen dos problemas importantes en relación al agua de bebida para el ganado. El primero es que hay muy pocas aguadas, en promedio hay una aguada cada 34 ha en los 162 tambos relevados. Esto implica largas caminatas de animales para acceder al agua, lo que afecta negativamente el consumo de agua, el consumo de alimentos y la producción de leche. Se observó en dicha investigación, que el agua se encuentra a una distancia promedio de 461 m, valor muy superior a lo recomendado para vacas en pastoreo (menos de 200 m). Por otra parte, se relevó que el 23% de los tambos ofrecen agua con alto contenido de sales totales (> 5.000 ppm), lo cual también podría limitar la producción de leche(5). Los resultados son contundentes: no hay suficiente cantidad de agua para abastecer los requerimientos de las vacas. Los tambos crecieron en cantidad de vacas, de mayor producción de leche; sin embargo la inversión en aguadas fue muy baja. Existe tecnología para proveer de agua en forma eficiente, como por ejemplo los sistemas presurizados de alta reposición, y podemos decir que le estamos dando la espalda a esta tecnología. 4. ¿Son adecuadas las instalaciones de ordeño? ¿Utilizamos la tecnología básica disponible? Instalaciones de ordeño. Las instalaciones de ordeño tienen un gran impacto sobre la eficiencia del proceso de cosecha de leche, la eficiencia de la mano de obra, el bienestar de la gente que ordeña y el bienestar de las vacas. Instalaciones sub-dimensionadas demandan, inevitablemente, un esfuerzo extra de la gente y de las vacas. Este esfuerzo extra puede afectar negativamente la eficiencia del proceso de cosecha de leche y la permanencia de los operarios en la empresa lechera. El tambo promedio relevado en el Proyecto INDICES tiene una instalación de ordeño de 24 años de antigüedad, con una máquina de ordeñe de 11 años de antigüedad. Se observó que los tambos más grandes (promedio 5.010 litros de entrega por día) tienen una relación muy elevada entre vacas en ordeño y cantidad de unidades de ordeño (21 vacas/unidad de ordeño), causando ordeños muy largos (3h/ordeño). También se observó muy bajo nivel de automatización básica relacionada al ordeño; por ejemplo, sólo el 24% de los tambos que suministran alimento durante el ordeño cuenta con alimentación automatizada. Está disponible la tecnología para construir tambos eficientes, que reduzcan el esfuerzo humano y favorezcan el bienestar animal, pero en general, le damos la espalda. Máquina de ordeño Los resultados del Proyecto INDICES muestran que en los tambos relevados, las máquinas ordeñadoras tienen una antigüedad superior a 20 años para el 19% de los casos, entre 10 y 20 años para el 33% de los casos, y menos de 10 años para el 48% de los casos. Se observó que el 29% de las ordeñadoras tienen reserva de vacío insuficiente. Esto podría causar mayor tiempo de ordeño, problemas durante el ordeño y posible predisposición a problemas sanitarios en la ubre. La ubre de la vaca, un tejido muy sensible, es el punto más sensible del sistema, es el lugar por donde tiene que pasar todo el negocio lechero. Máquinas de ordeño antiguas, funcionando con limitantes, tienen un efecto negativo sobre la eficiencia del sistema. Se puede hacer muchísimo esfuerzo en producir leche, pero ésta luego debe ser cosechada eficientemente para que el negocio sea rentable. No podremos dar un salto productivo si utilizamos “cosechadoras de leche” con limitantes. 5. ¿Utilizamos la tecnología disponible para construir viviendas? La cantidad de gente que trabaja por tambo se ha incrementado como consecuencia del aumento de número de vacas por tambo, y de la mayor intervención humana en el proceso productivo. Sin embargo, la construcción de viviendas nuevas es muy poco frecuente y las viviendas existentes son antiguas. Pero ¿qué tiene que ver la vivienda con la tecnología de los tambos, su productividad y su rentabilidad? Los resultados del tambo dependen de las personas a cargo, las cuales además de ser capaces deben trabajar con motivación y comodidad. Las empresas del siglo XXI requieren fundamentalmente “talentos” para que se exprese todo el potencial de las mismas. ¿Cómo atraer talentos a los tambos si la vivienda no es atractiva? ¿Se valoran los recursos humanos en empresas con viviendas con limitantes? Actualmente existe mucha tecnología disponible para construcción y diseño de viviendas atractivas y funcionales, que entusiasmen a la gente para vivir en el campo, que permitan que la gente se reconforte luego de una intensa jornada laboral. Para lograr el salto productivo, en forma rentable, necesitamos gente talentosa trabajando en nuestro equipo, ordeñando las vacas y realizando todos los procesos con entusiasmo. La vivienda, es uno de los tantos aspectos claves para captar y retener talentos en los tambos. Consideraciones finales. Se ha desarrollado en Argentina una lechería pensada desde la nutrición y la genética animal de alta producción de leche por vaca, muchas veces copiando modelos de otros países, pero dejando pendientes grandes desafíos en el uso de tecnologías básicas relacionadas a la producción de forraje en el campo, la infraestructura, el manejo animal, el bienestar animal y las condiciones laborales. Esto ha derivado en una lechería de “altos insumos y baja producción”, con serios problemas de rotación de gente, crecimiento de rodeo y rentabilidad. Actualmente existe mucha oferta de tecnología muy buena, relacionada a la informática y la automatización. Sin embargo, para generar un salto productivo rentable en nuestros tambos, necesitamos primero solucionar las limitantes básicas y aplicar para ello tecnología básica. Solamente luego de superar estas limitantes, podremos incorporar la tecnología de avanzada en forma rentable. No debemos poner la tecnología por delante de la necesidad. Ing. Agr., M.Sc., PhD Javier Baudracco 2014 Referencias: Baudracco, J., B. Lazzarini, A. Rosset, J. Jáuregui, D. Braida, and J. Maiztegui. 2014. Proyecto INDICES: Cuantificación de limitantes productivas en tambos de Argentina. Reporte Final. Accessed Oct. 30, 2018. http: / / www .infortambo .com/ admin/ upload/ arch/ Proyecto %20 indices.pdf. Baudracco, J., N. Lopez-Villalobos, L. A. Romero, D. Scandolo, M. Maciel, E. A. Comeron, C. W. Holmes, and T. N. Barry. 2011. Effects of stocking rate on pasture production, milk production and reproduction of supplemented crossbreed Holstein–Jersey dairy cows grazing lucerne pasture. Anim. Feed Sci. Technol. 168:131–143. https: / / doi .org/ 10 .1016/ j .anifeedsci .2011 .03 .017. Baudracco, J., Fariña, S. 2013. Los Planteos lecheros bajo la lupa. Revista CREA, Agosto 2013. Vol. 394, 60-68. Baudracco, J. 2012. Sistemas lecheros. Con la lupa en la carga animal. Revista Infortambo, Julio 2013. Vol. 279. Pp. 42-45. Baudracco, J. 2012. ¿Son rentables los sistemas lecheros con vacas en pastoreo?. Revista CREA, marzo 2012. Vol. 377, 79-82. Candioti, F.1; Baudracco, J.; Bocco, N.; Chapado, L.; Manelli, D.; Maranzana, F.; Rainaudo, E.; Torossi, F. 2013. Comparación productiva y económica entre sistemas lecheros pastoriles y confinados de argentina. 3er Simposio Internacional Leite Integral. Belo Horizonte, Brasil. 8 y 9 de mayo 2013. En prensa. Lazzarini, B., Baudracco, J., Demarchi, E. y Lovino, D. 2013. Baja respuesta al uso de suplementos en vacas lecheras. Revista Argentina de Producción Animal Vol. 33, 194. World Bank. 2014. Open data. Accessed Sept. 05, 2014. https://data.worldbank.org/ country/argentina.

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