Puede ser interesante plantearse algunas preguntas, que a su vez necesitan una respuesta. Pero además, agregar una justificación a dicha respuesta. De lo contrario, quedaría solamente en una simple afirmación, sin mayor fundamento.
En algunos casos puede que la respuesta sea rápida y breve; un SÍ o un NO. Pero en muchas otras situaciones, aparece el bendito término: “depende…”. Pero como sea, debe haber una justificación a la respuesta que se da. En el caso del “depende” implica que haya más de una posibilidad, en función de las circunstancias y factores que se consideren para llegar a la respectiva respuesta.
El propósito de este artículo es entonces plantear algunas de esas preguntas (aunque a veces puedan resultar incómodas) pero que son necesarias para conocer el estado de cosas, actual y también el futuro.
Muchas veces, consciente o inconscientemente, apelamos a las suposiciones para llegar a determinadas conclusiones. Pero el problema es que suponer solamente se asocia con una determinada posibilidad de que hayan ocurrido, ocurran, o vayan a ocurrir determinados eventos, decisiones, reacciones de otros, planteos, etc.
Pero hay que tener en claro que no hay certezas en las suposiciones sin justamente eso: suponer que algo pueda suceder (o haber sucedido). El peligro es que al asumirlas, se pierda de vista esta característica: la falta de certezas, por lo cual esos razonamientos de “probabilidades” nos pueden llevar a conclusiones equivocadas, y en más de una ocasión, peligrosas…
Muchas veces, consciente o inconscientemente, apelamos a las suposiciones para llegar a determinadas conclusiones…
Ante la primer pregunta
Para empezar, una que puede parecer obvia, pero no viene mal planteársela, y referida en este caso a una empresa tambera. ¿Puede, o podría funcionar esa empresa si no llevara una contabilidad, si no contara con un contador? Y la respuesta también es obvia: un NO rotundo. Argumentando en que no podría operar ante la ex Afip (ahora ARCA), los bancos, los proveedores, los organismos estatales, si no contara con lo ya mencionado: contador y contabilidad.
Alguien podrá argumentar que la contabilidad no refleja en muchos casos lo que realmente está ocurriendo en la empresa. Y no se equivoca.
Pero no por ello deja de ser algo imprescindible para poder operar.
Pero hay más preguntas…
La segunda podría ser: ¿puede o podría una empresa tambera funcionar si no realizara la gestión económica anual o por el período que considerara? Y si uno contempla la realidad, la respuesta vuelve a ser (pero casi) Obvia: Sí, claro que sí….
Al buscar el fundamento a esa respuesta es que, de hecho, la mayoría de las empresas tamberas vienen operando desde hace años, décadas, sin haber considerado nunca llevar a cabo una gestión económica para conocer su situación REAL, más allá de lo que indique la contabilidad…
Y esto de que ya vienen operando de esa manera, es un argumento de peso para preguntarse entonces, ¿por qué sería necesario llevar a cabo una gestión si en todo este tiempo no lo han hecho y no han desaparecido, incluso han crecido…?
Acá puede que aparezca el “depende”. Es decir, puede que una empresa se venga manejando sin llevar control de gestión, pero en más de un caso han cambiado las cosas, con la llegada de socios y/o de nuevas generaciones. Porque en ese caso puede aparecer la demanda de contar con los números reales de la empresa, para saber, entre otras muchas cosas; entre ellas una muy importante: cuáles son los retiros empresariales que pueden repartirse, en qué forma, en qué moneda, y con qué periodicidad de ajuste y su aumento…
Sin olvidar además todo el resto: desde cuánto cuesta producir cada litro de leche, hasta cuál ha sido el beneficio (si lo hubiera) obtenido en el período considerado…
Y si hablamos de no llevar una gestión económica, eso se extiende además a no llevar tampoco una gestión financiera, con todas las diferencias que tiene con la económica y con todo lo que puede brindar a la empresa que decida hacerlo…
Y como si fuera poco…
Porque las posibles preguntas no terminan ahí sino que todavía quedan otras. En este caso sería: ¿puede una empresa tambera operar sin llevar un presupuesto financiero? Y nuevamente, la respuesta, como en el anterior, es afirmativa. Por el mismo motivo ya mencionado: de hecho, cuántas empresas no llevan presupuesto financiero alguno y no por eso han tenido que dejar de operar. E incluso han crecido, se han expandido, la cantidad de vacas ha venido creciendo, han reformado las formas de ordeñe para poder ordeñar ese rodeo en crecimiento. Incluso en muchos casos han abierto nuevos tambos, y todo ello sin presupuesto financiero alguno de por medio.
A la hora de encontrar explicaciones (que en realidad suenan más bien a excusas), las hay de todo tipo: por ejemplo, resulta imposible poder, sin siquiera proyectar cuál será la evolución del precio de la leche para los próximos 10 meses. O cuál será el tipo de cambio dentro de 6 meses; cuáles serán los índices de inflación a esperar en un futuro cercano; qué medidas podría tomar el gobierno en el período en que decidamos presupuestar...Y tantos otros motivos para no hacerlo; si quienes integran el sector agropecuario no son formadores sino simple tomadores de precios. Sí total….
Visto desde afuera…
Para quien no pertenezca al sector tambero (o agropecuario en general), y esté a cargo de, por ejemplo, en una pyme en otro rubro, la pregunta que entonces puede plantearse al enterarse de lo que ocurre en el sector tambero (y agropecuario en general), y enterado del capital que maneja una empresa, de varios millones de dólares.
Que puede de tal o cual volumen, en función el tamaño de la misma, de si posee o no tierra propia, del capital hacienda con el que cuenta (que recordemos es el segundo en importancia luego de la tierra), de las instalaciones de ordeñe, de las maquinarias, e incluso del capital que tiene aplicado a otras actividades, sean de la actividad a
agropecuaria, o no. Pero que no deja de ser, en mayor o menor medida, importante.
Cuando se está inmerso en todas las urgencias que reclama el tambo, puede resultar difícil tomar distancia para poder repensar muchas de las cosas que están ocurriendo en la empresa.
Puede entonces que surja entonces la pregunta, de alguien que no pertenece al sector, pero que por también es empresario (porque aclaremos que todo productor agropecuario es un empresario ya que está al frente de una empresa (aunque puede parecer una obviedad, pero no viene mal recordarlo cada tanto…).
Ese empresario puede que se pregunte entonces: ¿y cómo harán en esas empresas agropecuarias (y más específicamente tamberas) para manejar sus empresas sin contar con una gestión económica, y ni siquiera un presupuesto financiero?
Entre sorprendido y preocupado, este empresario puede que quiera seguir averiguando sobre el asunto, para poder llegar a una conclusión que le permita entender esto que ocurre con tanta frecuencia en el sector agropecuario.
En algunos casos, se encontrará con que muchas empresas siguen operando sin estas herramientas. En algún otro, que un productor-empresario haya tomado conciencia de la importancia de comenzar a llevarlas, y de todos los beneficios que puede obtenerse por decisión propia, por recomendación de su asesor, por integrar un grupo de productores en el que otros ya lo están haciendo y se produce un efecto “contagio”.
Pero también porque aparecen nuevos accionistas, sean familiares o no, y que quieren conocer de cerca todo lo que viene ocurriendo, ocurre y ocurrirá en la empresa. Quieren ver los números. No se conforman con que les digan que ya todo está bien, o que las vacas del rodeo 1 están casi en los 40 litros/día, que probablemente se abra un nuevo tambo en los próximos meses, que es la empresa modelo del grupo de productores, etc.
Y en el caso del presupuesto financiero, porque ha ocurrido, que ante el pánico al ver que la plata no alcanza, tuvo que confeccionar un presupuesto para, por lo menos, conocer lo que le esperaba en los próximos meses…
Conclusión
Cuando se está inmerso en todas las urgencias que reclama el tambo, puede resultar difícil tomar distancia para poder repensar muchas de las cosas que están ocurriendo en la empresa.
Pero lo importante es poder, cada tanto, hacerse de tiempo para observar todo en perspectiva, conocer qué están haciendo otros en el sector, y de esa manera llegar a un panorama claro de lo que ocurre en la empresa y lo que hay por delante. Porque se trata de Empresarios que están al frente de Empresas. Nada menos…
Ing. Agr. Félix Fares
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