La lechería ingresa en una nueva primavera y sigue sin reglas claras. Cada vez que llega la estación de las flores, se aguarda una mayor producción que no encuentra salida, con un consumo caído y un exportación limitada. Así nos mantenemos en 10 mil millones de litros anuales de producción desde hace 25 años, sin crecer, perdiendo tambos y también posibilidades.