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El nuevo CEO de Mastellone anticipa un agresivo plan de expansión hacia países de la región. Por: Matías Longoni

El nuevo CEO de Mastellone anticipa un agresivo plan de expansión hacia países de la región.
Por: Matías Longoni

Ernesto Arenaza es en la práctica el nuevo CEO de Mastellone Hermanos, que desde el derrumbe de SanCor se ha convertido en la principal empresa láctea de la Argentina.

En una entrevista con Bichos de Campo el ejecutivo (que tomará el cargo de director ejecutivo a partir de 2019, en reemplazo de Osvaldo Uhrich) anticipó que la compañía está apostando a crecer fuerte en ventas en los países de la región, apalancada en la estructura comercial de su principal accionista, la cordobesa Arcor. Además Arenaza señaló que seguirán mejorando paulatinamente los precios que pagan a los tamberos y que se espera alcanzar una situación de equilibro en los próximos meses. ¿Cómo definiría el momento actual del sector lácteo argentino? Es un momento de oportunidades y no es una cuestión populista sino que la Argentina tiene todas las condiciones para crecer, porque hay una demanda externa importante y está ingresando en el consumo de lácteos todo lo que es el sudeste asiático, China y demás, y hay mucha necesidad de lo que es grasa y proteína. ¿Prevén un proceso semejante al que ocurre con la carne o la soja? Ya está pasando. Pero en China no solo vas a ver lácteos en la mesa del chino, como consumo directo, sino todo lo que es la explosión del consumo a la occidental. Cuando entra una cadena como Starbucks en un ciudad como Shangai, automáticamente se empiezan a vender ya no solo el café con leche, sino todo lo que es croissant y demás, que se hacen con manteca. Por lo cual todo lo que es China y el sudeste asiático aporta un número inmenso de consumidores. En China ya son 1.400 millones de personas, de los cuales hay una clase media consumidora de 400 millones que están en niveles de consumo como los de Europa o los Estados Unidos. Son como diez Argentinas juntas comenzando a consumir lácteos… En efecto. Con lo cual en el mediano y largo plazo la demanda de lácteos va a subir y es difícil que la oferta internacional pueda responder. Hoy el principal exportador del mundo es Nueva Zelandia, que por una cuestión de suelos, de clima y de formato de producción será difícil que pueda hacer frente a esta demanda de los mercados. Y ahí la Argentina tiene un potencial enorme. Tenemos las tierras, tenemos la industria. Recordá que en Argentina se están procesando 10.000 millones de litros/año (8.500 millones para consumo interno y la diferencia se exporta). Pero tenemos 15.000 millones de litros como capacidad instalada. Hoy podríamos estar procesando un 50% de leche. ¿Pero cuántas veces escuchamos que la exportación iba a ser la que traccionaría al sector lechero y eso no sucedió? En el caso de Mastellone, con nuestra asociación con Arcor, que es accionista importante y tiene la opción de compra a futuro, estamos trabajando en la apertura de nuevos mercados. De la mano de Arcor hemos ingresado este año en Paraguay (triplicando los volúmenes) y en Bolivia. Estamos arrancando el año próximo en Chile y Perú. Arcor es la principal empresa de consumo masivo de la Argentina y tienen 47 plantas en el mundo, fuertemente arraigadas en distintos mercados de Latinoamérica. Esa plataforma nos permite llegar a puntos de venta donde no llegábamos. Hoy en Paraguay, por ejemplo, estamos llegando con 70 productos. Es decir que ya no solo pensamos en la exportación solo de productos a granel sino con valor agregado. Pensamos en una extensión de lo que es el mercado argentino avanzando hacia los mercados de proximidad. ¿La violenta corrección del tipo de cambio en la Argentina está apuntalando las exportaciones? Sí, las mejoró. Pero coincidentemente, y no es una cuestión de la Argentina sino del mercado internacional, hay una caída importante de los valores FOB. En marzo la tonelada de leche en polvo entera se pagaba 3.300 dólares y hoy se están cerrando operaciones por 2.650 dólares FOB. Por lo cual hay una caída fuerte del valor de la mercadería Pero mientras tanto la devaluación también implicó una suba de los costos para el productor… Es por eso que yo decía que la empresa justamente está apostando al crecimiento regional, ya no solo consolidándose en la Argentina. Lo que vemos para el mercado local es un crecimiento vegetativo en los próximos años, y sí un cambio de mix a productos de mayor valor agregado. Pero para el resto del mundo necesitamos más leche. Y como necesitamos más leche para cumplir con nuestros planes de negocios, estamos dispuestos, como siempre lo hemos hecho, a tener una relación estratégica con nuestros tamberos, como un simple proveedor sino una relación de largo plazo. Nosotros necesitamos que ellos crezcan en producción, y necesitamos que la rentabilidad del tambero sea sustentable. O sea, no vamos a tener éxito en la expansión del portfolio y la regionalización si nuestro tambero está pobre y no tiene rentabilidad. La falta de rentabilidad se refleja de inmediato en el rinde del animal, en los litros. ¿Pero cómo ser resuelve la crisis? Nosotros necesitamos seguir apoyando al productor. Hoy lo hacemos de dos maneras. Una es con el Programa ‘Más Leche’, donde tenemos cinco o seis aristas para solucionar o mejorar la problemática del productor, y otro es la necesidad de ir mejorando paulatinamente los precios al productor. No le sacamos el pecho, lo venimos haciendo en los últimos seis meses. Mastellone recibe leche de unos 950 tambos, que debe ser el 10% de los que siguen en pie. ¿Es ese el número? Es el número. Pero si vos vas al recibo de leche, Mastellone tiene alrededor del 13% del total nacional de leche. Aunque a veces se habla de cartelización en el sector, está bastante segmentado y hay muchos jugadores. Por ejemplo, hay arriba de 850 pymes queseras, cuando la mitad de la leche se destina a la producción de quesos. Insisto en que hay malestar entre los tamberos porque no llegan a cubrir sus costos de producción. ¿Cuándo vislumbran ustedes que terminará esta situación para el productor y también para la industria láctea? Hoy la realidad es que el incremento de costos para la industria, tanto el de la materia prima -que es el principal componente de los costos- como los del resto de los insumos ha crecido muy por encima de lo que hemos podido trasladar a precios. Si tomas el año punta a punta, nuestros costos duplicaron lo que ha podido crecer en porcentaje la facturación. Pese a ello, creemos que es estratégico, es el huevo o la gallina. Nosotros no podemos no incentivar a través del precio y otras variables lo que es la producción, porque sin leche tenemos estructuras muy grandes, tanto fabriles como de costos fijos (de personal y logística, porque tenemos una importante flota de distribución). Nosotros necesitamos más leche, más producción, crecer ¿Y cómo esperan aliviar semejante capacidad ociosa? Nuestro plan de negocios es realmente agresivo para crecer en toda la región. Para darte un ejemplo, en Brasil el presupuesto de crecimiento para el próximo año crece 13%. Pero en otros países de la región los crecimientos son del 35 a 50% en volumen contra este año. Con lo cual necesitamos de la leche. Y para hacernos de esa leche, hay que incentivar a nuestros productores. Vamos paulatinamente mejorando los precios, lo hicimos estos seis meses y lo seguiremos haciendo hasta que llegue un precio de equilibrio en el cual el negocio les sea rentable. ¿Cuándo podría suceder eso? No va a ser algo de acá a fin de año, pero sí vamos a ir todos los meses actualizando el precio de la leche por litro, para llegar a un punto en que el negocio les sea sustentable. Cuando uno tiene expectativas de que su negocio va a mejorar, pero antes debe pasar un mal trago, lo que hace es salir a buscar financiamiento… En el caso de Mastellone venimos con un programa de inversión en los últimos dos años por un total de 90 millones de dólares. Hemos hecho inversiones en la nueva planta de envasado y clasificación de San Luis, que arrancó hace quince días y elabora leche en sachet para lo que es Cuyo y NOA. También hemos hecho una inversión muy fuerte en la planta de secado dual de Trenque Lauquen. Hemos hecho inversiones en la planta de Canals para lo que es quesos semiduros. Y en General Rodríguez hay inversiones sumamente agresivas para lanzar, el año próximo, novedades de final de línea y en líneas de envasado muy distintas a las que el mercado tiene actualmente. Todo esto fue con recursos propios o con aportes de los nuevos accionistas, pero no se ha modificado el perfil de endeudamiento que trae la empresa. ¿Entonces no necesitarán salir al pedir más plata al mercado? No la necesitamos. La empresa en los últimos dos o tres ejercicios tuvo buenos resultados. Este año por supuesto en la parte financiera, dado que tenemos Obligaciones Negociables tomadas en dólares, el impacto ha sido mayor. Pero a nivel operativo viene mejorando el resultado año tras años. Incluido este mismo año. La aparición de Arcor como accionista implicó que La Serenísima no pasara a manos extranjeras. ¿Eso va a seguir siendo así? Mastellone sigue siendo nacional. El que va a terminar siendo socio mayoritario es Arcor, por lo cual no hay transferencia del capital accionario hacia afuera. ¿Y no les preocupa el proceso de extranjerización en la lechería argentina? Eso ya está. Hace diez años éramos pocos los jugadores grandes y había muchas pymes. Peor en estos cinco últimos años ha crecido mucho Saputo, que es de origen canadiense, pero además todos los jugadores de peso internacional ya están con presencia activa en la Argentina, tanto en producción como en ventas. Pero la competencia es buena, le trae innovación a la góndola y esto nos exige a la vez más a nosotros, para seguir liderando. Creemos que la competencia es buena y es sana para el consumidor. Fuente: bichosdecampo.com 27-11-18

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