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Cuando conocer la situación propia es crucial

Cuando conocer la situación propia es crucial

Por: Ing. Félix Fares.

El tambo, actividad particularmente compleja por sus muchas variables, tiene una dinámica que va cambiando todo el tiempo, y eso hace que haya que estar monitoreando la situación de la empresa constantemente. En momentos difíciles como los actuales, es fundamental saber dónde está parada cada empresa: ¿se estará trabajando a pérdida, o con qué ganancia? Y, en cualquiera de ambos casos, ¿cuál será la pérdida o la ganancia acumulada hasta la fecha? Estas son preguntas decisivas para la empresa, y la única forma de poder cuantificarlo es contando con los parámetros de esa empresa específica. En principio todo se circunscribe a medir dos grandes grupos: el de los ingresos y el de los egresos. El primero integrado principalmente por las ventas de leche, pero también complementado con las ventas de hacienda; en el segundo, los costos de la actividad, y finalmente, el factor que puede jugar a favor o en contra, es la diferencia de inventario. Pero, ¿cómo hacer para poder determinar el costo por cada litro de leche producida, de modo de saber si estamos perdiendo, ganando, o quizás solamente salvando los gastos? El desafío de calcular los resultados suena complicado, cuando en realidad no lo es. No hacen falta ni complejos programas informáticos ni expertos en la materia. Solamente se trata de invertir tiempo para recopilar los datos, y luego interpretarlos. Un primer paso puede ser calcular los llamados “litros libres de suplementación” es decir, por ejemplo, tomando una producción individual promedio diaria de 26 litros/vaca en ordeñe/día, determinar que de esos 26 litros, 12 corresponden a los gastos de suplementación, de modo que quedarían 14 litros libres. Resta aún seguir descontado el resto de los costos, pero ya podemos tener una primera referencia de cómo vienen las cosas. Ese parámetro se puede calcular en el momento en que uno desee, incluso poder llevarlo por rodeo; y conocer entonces, por ejemplo, si hay vacas que no están pudiendo “pagar con su producción” ni siquiera la alimentación, y de ese modo diseñar una estrategia a seguir con esa parte del rodeo. Ese parámetro puede calcularse diariamente, o como un promedio de todo el ejercicio, y a su vez, compararlo con otros períodos de la misma empresa, o con otras empresas tamberas. Y la otra ventaja es que al expresarse como litros libres, se deja de lado el “ruido” que produce el efecto inflacionario, que no es menor en estas épocas. Luego de este primer paso, el siguiente es llegar a conocer el costo final de cada litro de leche producido. Es decir, restan todavía considerar los costos de sanidad, inseminación, personal, mantenimiento del equipo de ordeñe, mantenimiento de instalaciones y energía eléctrica, entre los principales. Pero aún así, no es algo muy complejo, se trata de “entrenarse” en la gimnasia que significa trabajar con la información. La tercera etapa será la de asignar los costos indirectos, es decir, los que generalmente se denominan como de estructura, administración e impuestos, para llegar al resultado final. Es ahí cuando podemos decir que sabemos dónde estamos parados, porque hemos llegado a los resultados, sean diarios, semanales, mensuales, o de todo el ejercicio. Por supuesto que este último resultado, el que considera doce meses, será el más completo y ajustado ya que incluirá rubros de gastos que pueden tener fuerte variación mensual, como en el caso de mantenimiento de instalaciones, de equipo de ordeñe, e inversiones. Pero de todos modos, en períodos menores podemos ir teniendo una aproximación a lo que está sucediendo. Se llega entonces finalmente a responder la pregunta planteada al inicio: ¿estoy ganando, empatando o perdiendo en este negocio, y cuánto? Conclusión La importancia de contar con datos propios es fundamental para conocer las luces y sombras de cada empresa, las fortalezas y las debilidades. Lo que hay que consolidar, y lo que hay que mejorar, y en qué proporción; y para todo ello hace falta medir constantemente. De allí la utilidad la herramienta que constituye la gestión económica, complementada por el balance patrimonial.

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