Un grupo de productores tamberos y deportistas vinculados con la lechería iniciaron un desafío solidario que suma cada vez más kilómetros y litros de leche
Mientras pedaleaba en el rodillo* para cumplir con su rutina de entrenamiento, luego de una lesión, Tomás Gortari repasa su historia vinculada al tambo familiar. “En 2002 me fui a Nueva Zelanda. Estuve dos años. Ahí aprendí a hacer tambo. A la vuelta estuve cuatro años de encargado en el tambo (se refiere al tambo familiar ubicado en la localidad de Henderson), después me fui a trabajar a Adeco Agro cinco años y ya desde hace once que estoy administrando la empresa familiar”. Casado y con cuatro hijos, hoy Tomás vive en Pehuajó. La historia de la empresa nació hace 30 años, cuando Ricardo Gortari, padre de Tomás, empezó este proyecto con unas cuatrocientas vacas, y si bien el camino tuvo sus dificultades, siempre fue ascendente y en crecimiento. Casados hace ya 49 años, de los siete hijos que Ricardo e Isabel Caputto tuvieron, Tomás es el único que se dedica por completo a la empresa y quien lleva adelante las reuniones mensuales y comparte los resultados productivos y económicos con todos los miembros de la familia. “Nosotros tratamos de aislarnos de la situación y de encarar las cosas pensando en el futuro, de acá a diez años. Tratamos de pensar que esto no va a seguir para siempre, que lo próximo va ser mejor y que por obligación en algún momento seremos un país mejor, donde podamos desarrollarnos. Nosotros justo en este momento estamos con una expansión vertical. Ahora nos toca ser más rentables, más eficientes, seguir mejorando la genética, y avanzar sobre más eslabones de la cadena. Ahora hicimos nuestra propia planta de balanceado, incorporamos más tecnología en los tambos como collares para las vacas, un programa de gestión de alimentación, monitoreo de comederos con drones, sistema de guachera bajo galpón y algunas otras cosas más. Nuestro sueño es terminar en una fábrica de quesos, por ejemplo”. Hoy la empresa cuenta con tres tambos y con un total de 3200 vacas Holando en un sistema productivo confinado. El deporte como crecimiento Todo empezó en 2018 con un primer desafío, grande, para alguien que recién empezaba: correr los 21km de Buenos Aires. Tan bien le fue que al año siguiente volvió a correr la misma distancia, pero con algo de experiencia y mucho entrenamiento, más una condición física privilegiada, esa distancia ya le quedó cómoda. Necesitaba crecer, al igual que el tambo, y se propuso un mes después participar de su primera maratón. 42 km de esfuerzo físico y mental. “Pero me cuidé mucho en esa carrera, como para llegar, y me dejó un gusto amargo, me quedé enojado pensando que podía haber dado mucho más. Y me anoté en un triatlón”. Así fue como empezó un camino que lo llevó a correr cuatro medios Ironman y uno completo: 3,86 km de natación, 180km de ciclismo y 42,2km de carrera. No conforme con eso, ahora va por su segundo, que luego de ser pospuesto en varias oportunidades por la pandemia, se desarrollará en el mes de noviembre en Brasil. El desafío tambero En varias oportunidades Tomás se encontró conversando con amigos y explicando de qué manera los productores tamberos producen leche, y contestando a demandas que estaban marcadas a veces por la desinformación y otras por algunos mitos o prejuicios. Como una manera de apoyar sus palabras, empezó luego de cada entrenamiento largo durante los fines de semana, a compartir una foto y una frase donde agradecía a las vacas por su leche y mostraba el reloj con los kilómetros que había hecho. Gracias a una frase publicada en Twitter por el productor lechero Emmanuel Zappa, también referida a los lácteos, se le ocurrió, durante uno de los largos tramos deportivos, proponerle hacer un desafío tambero. “En los entrenamientos largos es donde más trabajo y donde encuentro las soluciones a los problemas”, agrega, y explica que el desafío no pretende sectorizar, nació como tambero, pero es un desafío general, al que todos están invitados a sumarse. Se planteó como una manera de involucrar a quien quiera hacer kilómetros para juntar leche y luego donarla. “El primer desafío fue llegar a hacer 350km, y se hicieron 700, y luego llegamos a 1500 km”. Cuando esto empezó a tener cierta envergadura, APROCAL que ya venía realizando donaciones en la provincia de Santiago del Estero, se sumó a colaborar, comenta. A través de ellos la leche se destinará al Banco de Alimentos, y hay otras empresas lecheras que también están mostrando un creciente interés. “La idea es conseguir un litro de leche, por cada kilómetro que se hace”. Después del entrenamiento y durante los días en los que se desarrolla el desafío, cada participante le saca una foto al dispositivo o aplicación que hizo el conteo, junto con los lácteos que consume, y luego lo comparte en Twitter con el hashtag #DesafioTambero. Así también se fue armando un grupo de WhatsApp entre los que se fueron sumando a la organización del desafío, integrado por Andrea Passerini, productora tambera de Carlos Casares y coordinadora de lechería de CRA y dirigente de CARBAP, los productores Juan de Pian de Tandil, Emmanuel Zappa de 9 de Julio, Gustavo Augel de Lobos, Juan Imhoff y la periodista agropecuaria especializada en lechería, Élida Thiery, ambos de Santa Fe. “En el último desafío participaron 65 personas entre las que hay gente de Canadá, Uruguay y Chile, y no todas son del rubro tambero. Me llamó una persona para contarme que su abuelo hacía años que no se subía a una bicicleta, le contó lo del desafío tambero, y se volvió a subir. Esto no solo motiva el ejercicio, sino que relaciona los lácteos con la salud, genera vínculos entre los tamberos y gente que es de otro rubro”. Otro llamado también para sumarse al desafío era de una persona que había caminado las primeras ocho cuadras con su abuela, luego de haber estado sin salir de su casa, durante toda la pandemia. “Esos 800 metros, equivalen a cuatro vasos de leche, es un montón”. Y agrega, “Yo creo que en el próximo desafío vamos a hacer muchos kilómetros, se está sumando mucha gente y lo motivante es saber que si corres un kilómetro más, son más vasos de leche”, dice Tomás, con aire de sobra, aunque no dejó de pedalear durante toda la entrevista. “La experiencia es maravillosa. A quienes nos gusta el deporte y estamos de alguna forma participando dentro del sector lechero, es un gusto poder trasladar esto con un mensaje positivo. La leche es el alimento y la bebida más completa que existe, que no se puede sustituir. Promover esto es la iniciativa que tenemos todos los que estamos detrás de la organización y ver de qué forma trasladar este mensaje. Para mí es un gusto enorme, yo trabajo en el sector lechero hace muchos años y poder hacerlo de esta otra manera, todos de forma absolutamente desinteresada, poniendo nuestro tiempo en el intercambio para llegar a buenas conclusiones, con un lindo fin: lograr que se done leche a la gente que más lo necesita, y lo necesita para tener una alimentación completa”. Élida Thiery “El #DesafioTambero surgió espontáneamente de un grupito de productores que además de compartir en Twitter nuestra actividad, también solemos hacer ejercicio físico. Y, por supuesto, consumimos lácteos. Y lo contamos. Y nos conectamos. Y propusimos a otros tamberos y consumidores que se sumen: 1 km = 1 litro de leche… ¡y surgió la magia!”. Andrea Passerini *Rodillo: Dispositivo que se le agrega a la bicicleta para poder pedalear en un lujar fijo y con algo de tensión que simula un pedaleo natural. NOTA: El tercer desafío se corrió el 21 y 22 de agosto. Participaron 79 personas y se sumaron 1435,51 km, lo que representa una dontación de 7177 vasos de leche.