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Avances en el uso agronómico de los purines

Avances en el uso agronómico de los purines

Del proceso que arrancó en marzo del 2020 con los productores pioneros en el programa de Tambos Pilotos, seis tambos ya disponen de las autorizaciones de uso agronómico de los purines. Un gran hito en el proceso desde la creación de la resolución conjunta 737/18 entre la ADA y el MDA. ¿Qué hicieron? ¿Cuánto les costó? ¿Para qué hacerlo? Son algunos de las interrogantes más frecuentes.

El programa de Tambos Pilotos empezó en marzo del 2020 con veinte tambos inscriptos. Un proceso que se lideró desde CREA con una mesa de trabajo en conjunto entre la dirección de lechería del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA) y el Departamento de Evaluación de Proyectos de la Autoridad del Agua (ADA). Del programa se esperaba generar la experiencia y probar con casos concretos los mecanismos administrativos que debían transitar los productores para adecuarse a la normativa. Para probar la mayor cantidad de escenarios se seleccionaron tambos que cumplieran criterios diversos y fueran lo más heterogéneos: sin ningún sistema de gestión de purines, distribución geográfica amplia, con todo el sistema de gestión en marcha, con cavas normales (y anormales también), con pistas de alimentación, con separación de sólidos y con eficiente e ineficiente gestión del agua. 
Para ampliar sobre los detalles de la autogestión se puede consultar en el ejemplar de la revista de febrero y en la guía de inscripción de tambos publicada en la web de la cámara. 
Siguiendo el esquema de inscripción (fig. 2) podemos ubicar a los seis tambos que cuentan con la autorización de uso agronómico de los purines bajo la Resolución 737/18 al final (caja en verde). Y acá surge la primera pregunta, ¿qué hicieron para llegar hasta ahí?, aunque la pregunta más acertada sería ¿qué debo hacer yo? La diferencia se debe a que a los tambos pilotos se los guio y acompañó de cerca, hoy toda esa experiencia está registrada y no debería hacer falta mayores indicaciones para realizar la autogestión. Acá un pequeño paréntesis, si bien el proceso de inscripción es sencillo, puede ser complejo para empresas que no disponen de la experiencia en las gestiones administrativas. Existen varias terminologías específicas, todas las empresas son diferentes y tienen particularidades, etc. Más allá de las especificidades, el material generado busca responder las situaciones más corrientes.
Cuánto les costó es lo más preguntado. La respuesta es 100 litros de gasoil común y el costo de emisión del o los certificados de dominio. Es todo el costo que tiene el proceso de inscripción. ¿Pero las inversiones en lagunas? Acá hay dos escenarios a saber para los tambos:
•    NO disponen de algún sistema de gestión (ninguna, ni cava, ni fosa, etc.) tienen que presentar un plan de adecuación con un cronograma solicitando el plazo de hasta 4 años para cumplirlo. 
•    SI disponen de un sistema de gestión que cumple con los requisitos destallados en la Guía de Monitoreo Ambiental de Lagunas Preexistentes. Esta situación deberá instalar los freatímetros y monitorear la calidad de la napa dos veces al año.
Desde el programa de Tambos Pilotos se abordaron estos dos escenarios y la situación de los seis tambos que hoy disponen de la resolución autorizando el uso agronómico se presenta en la siguiente tabla.

 

T1

T2

T3

T4

T5

T6

¿Tiene que adecuar perforaciones? (S/N)

N

N

N

N

N

N

No tiene sistema de gestión

X

X

-

-

-

-

Tiene cavas para monitoreo

-

-

S

S

-

-

¿Cumple con los 120 días?

-

-

S

S

S

S

Período de adecuación aprobado (meses)

36

36

-

-

-

-

Tipo de uso agronómico

-

-

Servicio

Servicio

Servicio

Servicio

Del cuadro podemos apreciar que todas las empresas tienen sus perforaciones según los requisitos de la ADA. Dos tambos que no disponen de ningún sistema de gestión de purines, dos que tienen cavas “tradicionales” y serán monitoreadas según el protocolo y dos que tienen lagunas impermeabilizadas. A quienes no tienen nada se les aprobó el cronograma de adecuación de 36 meses, para quienes monitorean, el proceso es continuo hasta que algún indicador ambiental presente anomalías, y quienes tienen todo bien, a los 4 años se deberá renovar la autorización de no haber cambios.
Los resultados del proceso de adecuación han sido muy buenos, un proceso inédito en la gestión pública – privada. Esto no significa que no hay aspectos de mejora, quedan aún procesos que mejorar y reforzar la comunicación. La etapa cumplida es de Pilotos, ahora queda transferir estas experiencias. 
¿Para qué hacer este proceso de adecuación? Para muchos es el punto de partida de poder abordar el tema de la gestión de purines con una agenda concreta. Poder planificar, organizar y tachar un pendiente del tambo. El cronograma de adecuación es una herramienta que lleva tranquilidad financiera a las empresas, les da un respiro. Por otro lado, los Pilotos ya dieron el primer paso y serán quienes sigan haciendo la experiencia. El proceso ya arrancó, lo mejor que puede suceder es que haya seguidores y no esperar a las sanciones, ¡que en algún momento llegarán!
El ambiente y la calidad de las aguas subterráneas es un recurso prioritario para la producción de leche. El marco regulatorio es satisfactorio y logrado en un esfuerzo conjunto. Motivar a la adecuación y enriquecer el proceso es una acción que los tamberos pueden exponer a la sociedad como un camino de mejora continua a la sostenibilidad.

 

Ing. Agr. Pablo Cañada
Asesor Ambiental de empresas agropecuarias

 

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