Con su visión del tambo como un sistema productivo atractivo, rentable y resiliente, TamboDem, el tambo demostrativo de la cuenca oeste, compartirá a lo largo de todas las ediciones de esta revista, distintas estrategias para contribuir por una lechería competitiva y sustentable.
TamboDem tiene un planteo estacional en donde todos los partos del rodeo ocurren en un lapso de 70 días. Con la llegada de julio, comienzan a desencadenarse los primeros de la temporada 2019-20, y con ellos se da inicio a un nuevo ciclo productivo. Los primeros seis meses son los de mayor exigencia y los más importantes, ya que los resultados obtenidos en este período, condicionan a los de los meses subsiguientes y la campaña entera (cuadro 1). Es importante remarcar que a principio de julio la cantidad de vacas en ordeñe es cero, ya que la última vaca de la temporada anterior, tuvo su secado a mediados de junio. Contamos aquí con un lapso de tiempo útil a la hora de realizar tareas de mantenimiento u obras de infraestructura de cierta consideración. A continuación detallaremos el planteo técnico y los resultados a los que apuntamos. DOTACIÓN HACIENDA Y CARGA ANIMAL A partir de julio y hasta mediados de septiembre esperamos alrededor de 700 partos (53% en julio, 36% en agosto y 11% en septiembre), con lo cual se alcanzaría el mayor tamaño de rodeo a partir de dichos meses, el que rondaría las 650 vacas en ordeñe. Aplicando una mortalidad anual de 3,5% y un descarte del 21%, se obtiene un nivel de VT promedio de 630, con una relación VO/VS del 84%. Dado que la superficie es de 235 hectáreas, la carga animal rondaría las 2,68 VT/Ha VT. PRODUCCIÓN DE LECHE Nuestro plantel está conformado por vacas Jersey de origen neozelandés, que pesan alrededor de 400 Kg, de las cuales se puede esperar una leche de 9% de sólidos útiles (5% grasa y 4% proteína). El pico de producción individual se logra en el mes de septiembre, en donde la meta es 1,84 KSU/vo/día en 21,5 litros, lo que equivale a 27,5 litros de una leche de 6,7% de sólidos. En tanto que el objetivo anual es de 421 KSU/VT producidos. Finalmente, la venta anual planificada es de 255.000 kilos de sólidos, de los cuales un 60% ocurre entre julio y navidad. Y la productividad rondaría los 1.085 KSU Venta por hectárea. ALIMENTACIÓN Nuestra estrategia de negocio se basa en vender muchos sólidos por hectárea a bajo costo. En este sentido, el pasto juega un rol fundamental. Necesitamos producir mucho pasto y transformar la mayor parte en leche, para lo cual se requiere una adecuada carga animal por hectárea de pastura en los meses de máximo crecimiento. Planificamos ofrecer anualmente 6160 kg de MS/VT año, de los cuales un 57% es pasto (determinado a través de la medición semanal del crecimiento), un 18% es silaje de maíz (producido dentro del campo) y un 25% de suplementos concentrados (importado). METAS ECONÓMICAS En función de las relaciones de precio insumo-producto actuales y de las metas productivas antes descriptas, podemos predecir que la incidencia del gasto en suplementación se encontraría en el orden del 18% del ingreso por venta de leche. Si además incluimos personal directo, gastos en energía eléctrica, gas, productos de limpieza, medicamentos y fertilización nitrogenada, la incidencia conjunta sería del 36%. EQUIPO HUMANO Las personas están en el centro de la empresa y son los principales formadores del resultado. Nuestra estructura consta de cinco personas, conformada por el “Matrimonio Titular” o “Socio Tambero” responsable de todo lo que sucede dentro del campo, un “Segundo Matrimonio” o “Segundo a Cargo” y una persona soltera. Y para los meses de partos, se suman dos médicos veterinarios (o estudiantes avanzados) con la finalidad de apoyar al equipo en áreas clave como la crianza de terneros y atención de partos. PRINCIPALES DESAFIOS En esta campaña estamos haciendo foco en dos puntos en los que debemos mejorar: la crianza de terneros y la consolidación del equipo humano, necesario para entrar en un proceso de mejora continua. Colin Holmes (foto) 1941-2016 † Professor of Dairy Production Systems, Massey University. “Los mejores tambos lograron mejor equilibrio forrajero entre oferta total y demanda, mientras que los tambos inferiores ofertaron más forraje que lo necesario para la demanda de sus rodeos, y a un costo considerable. Los mejores tambos pudieron también implementar mejor control día a día del balance, y así lograron mejores rendimientos por vaca (a pesar de tener carga mayor)”
